Abrí la ventana y junto a una flor amarilla que ví nacer en un borde de mi jardín, aleteaba entre colores de jade y obsidiana. Me dijo "Encontrarás al ciervo gigante al final del río que se está secando, pero no te preocupes ni tengas miedo, porque al subir la cuesta, te darás cuenta que no estás dormido". Se hizo más grande y entonces regresé. Keops Guerrero.
Un día como hoy pero de 1968, los ex-presidentes mexicanos Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez, mandaban asesinar a más de cinco mil estudiantes convocados en una manifestación en la plaza de las tres culturas en Tlatelolco, México. Junto con sus cuerpos (cruelmente masacrados a manos del ejército), murieron capacidades psíquicas en la población, que explican la enorme permisividad que conforma al pueblo contemporáneo mexicano; un pueblo que sigue cargando el peso de la impunidad, la corrupción, el abuso, la incongruencia y la inconsciencia sobre sus frágiles hombros. 2 de octubre, algunos, aún a la distancia, no te olvidamos...
En el folclore japonés, un ningyo es un yōkai, un demonio, osea un genio o un ser sobrenatural.
La palabra es compuesta por dos caracteres: 人 que se pronuncia nin y significa humano y 魚 que se pronuncia gyo y significa pez.
Un ningyo es generalmente representado con un torso humano y una cola de pez recubierta con brillantes escamas de oro.
En mayo del 2000, Keops Guerrero, artista mexicana, ha elejido esta palabra de la mitología japonesa para identificar su trabajo y dar nombre a su projyecto.
Desde 2010 colabora con el artista argentino Alejandro Lento que entra en el proyecto.
En enero del 2014 NINGYO obtiene la identidad jurídica de asociación cultural.